Una tarde mágica vivió el ‘Cepillo’ Peralta en el Estadio Hidalgo con tres goles de estupenda manufactura, que guiaron a la tercera goleada consecutiva de Santos en la casa de los Tuzos.
El delantero ya había logrado esta osadía en la Semifinal de Vuelta ante el Morelia en el Bicentenario 2010 y hoy le demostró a Diego Cocca que está para ser el nuevo cañonero de los Guerreros de la Laguna.
Pachuca y Santos no escatimaron tiempo para mostrar sus armas en el terreno de juego, muy pronto Elías Hernández comenzó a dar esbozos de habilidad en el regate con un disparo que pasó por encima de la meta resguardada por Oswaldo Sánchez.
Pero los visitantes no demoraron en responder en el ataque, y fue Christian Suárez quien mandó un centro al área que Oribe Peralta remató con potencia ante el descuido de la zaga hidalguense para dar inicio a una actuación de ensueño.
Los minutos transcurrieron con un Pachuca que buscaba generar jugadas a profundidad y sólo atinaban a disparos de media distancia, y unos guerreros bien parados en el campo, desarmando a diestra y siniestra los embates tuzos.
La diferencia empezó a marcarla José María Cárdenas con su velocidad y desequilibrio, pues cada que tomaba la pelota por la banda izquierda era un calvario para la defensa rival; justo fue Cárdenas quien originó el segundo gol con un recorte magistral en el área y un tiro que dejó sin posibilidad de reacción a Cota, el cual fue empujado al fondo del marco por Oribe Peralta.
Y faltaba más para redondear la estupenda primera mitad santista; al cobrar Ludueña un tiro libre, Cota rechazó al centro y el ‘Guti’ Estrada remató con parte externa del pie para anidar el balón en la red, desatando el abucheo enardecido del público para su equipo.
La parte complementaria obligó a Efraín Flores a modificar su sistema, cambiando a Elías Hernández a la banda derecha y dándole ingreso a Segundo Castillo y Jaime Ayoví, lo cual le dio mayor explosividad en el ataque. Diego Cocca respondió metiendo a Darwin Quintero por Ludueña, mandando un mensaje claro de que irían por más goles.
Después de tibios intentos por parte del cuadro local y dos fallas por parte de Santos, Darwin Quintero recibió un balón en tres cuartos de cancha, controló y tocó al hueco ante el movimiento de Peralta, para que el Cepillo se quitara al cancerbero y marcara el cuarto para su escuadra.
“Paren la masacre”, gritaba la afición en el Hidalgo, mientras las carencias futbolísticas de los pupilos de Efraín Flores eran exhibidas por la coordinación del engranaje albiverde, que su único error fue cometer un penal a diez minutos del final que Leobardo López aprovechó para poner el 1-4 final.
0 comentarios:
Publicar un comentario