Cruz Azul firmó un deslucido empate 1-1 con Tigres, en lo que fue la presentación de los capitalinos en el Apertura 2011, mostrando aún estar lejos del juego que Enrique Meza desea para su escuadra en el torneo.
Para una Máquina sin dos de sus pilares en el terreno de juego por suspensión, la misión ante unos Tigres amenazantes era más que complicada, pero en el terreno de juego la lucha fue a un nivel muy parejo entre ambos contendientes.
Cruz Azul mostró una mayor profundidad en su ataque en sus escasas pero peligrosas incursiones en el área de los felinos, y a pesar de que los regios tuvieron mayor tiempo de posesión de la esférica y le dieron una mejor circulación por el campo, los celestes tuvieron mayor contundencia, al irse al frente en su primer arribo de peligro a la portería defendida por Enrique Palos.
Una pared entre Javier Aquino y Emanuel Villa por punta derecha del área fue suficiente para desequilibrar el orden defensivo que había impuesto Tigres en los minutos iniciales, con lo que Aquino se enfiló hacia la portería y sobre la salida de Palos, sacó un potente tiro raso que a pesar de ser tocado por el arquero, la pelota terminó en el fondo de las redes para poner en ventaja a Cruz Azul.
El golpe desestabilizó a los de la UANL, que se salvaron del 0-2 en contra gracias a una divina intervención de José Rivas, quien alcanzó a sacar en la línea de gol un tiro de Villa, para que todo el Volcán respirara aliviado.
Después fue Fausto Pinto quien se convirtió en el salvador de los cementeros, al despejar un remate de Hugo Ayala cuando la afición regia ya coreaba el gol.
Con una actitud precavida, esperando el error de Tigres para aumentar la ventaja, La Máquina acechaba la oportunidad de dar el golpe mortal, basando su juego en la destrucción del mediocampo que ejercían Gerardo Torrado e Israel Castro, así como su recuperación de pelota.
Pero fue un grave error del capitán cruzazulino lo que permitió que los felinos encontraran el empate. Torrado recibió una pelota que trató de tocar atrás, en donde se encontraba Waldo Ponce, pero en lugar de su compañero encontró como destino de su pase a Héctor Mancilla, quien aprovechó perfectamente el regalo al vencer con un toque suave a Yosgart Gutiérrez, para el empate 1-1.
La segunda parte fue para el olvido ya que ambos equipos estuvieron poco certeros en la media cancha, lo que provocó pocas llegadas en el arco rival.
De esta forma, el partido concluyó con empate en el marcador, que le otorga a ambas escuadras su primer punto del certamen.
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